24/9/08

Martin Mosebach - ¿Es el alemán una lengua bella?


¿Es el alemán una lengua bella?
(Fragmento de "Alemán de escritor")

[…] ¿es el alemán una lengua bella? Según los criterios germano-musicales, las lenguas bellas tienen muchas vocales, ante todo As y Os, sílabas vigorosas y vibrantes, timbres sonoros. En la lengua alemana estándar, muchas sílabas alguna vez fuertes, tónicas, se convirtieron en débiles, casi átonas. Las sílabas al final de las palabras se las traga uno, las oraciones parecen deshacerse. Si no se habla sofisticadamente, pronunciando de modo artificial cada cosa, en alemán se corre el riesgo de farfullar sonidos sordos.
“¿Cómo suena el alemán a sus oídos?”, pregunté alguna vez a una campesina vieja e inteligente en el Golfo de Nápoles. “Brutto! – ¡feo!”, me dijo y se echó a reír. Y en efecto, las primeras palabras alemanas que escuché tras una larga estancia en la casa de aquella mujer me parecieron extinguidas, ahogadas en su melodía, o mejor: carentes de toda melodía. Le lengua alemana es una lengua creada por eruditos, principalmente por teólogos y juristas. No es una lengua oral, sino una lengua para la lectura. Sus atractivos estéticos yacen ocultos, son menos cándidamente evidentes que en las lenguas de Os y As. Es necesario desenterrar sus atractivos sonoros del habla sin melodía y tono del alemán educado. “Einsam”, “Allein”: ciertamente no son ni melodiosas ni sonoras, y como estas dos
palabras hay mil. Caen como gotas en una bóveda profunda, golpean gravemente el suelo en la oscuridad, con un tono de plata y producen en el interior del escucha una resonancia que no para de propagarse. La lengua alemana ha sido atiborrada de conceptos traducidos del latín y el griego. Estos conceptos son prácticos e indispensables, pero las palabras antiguas son más bellas, y en ellas vive aún algo de la música de un tiempo en el que el habla estaba estrechamente emparentada con el canto.
El alemán más antiguo, más colorido, sobrevive aún en los dialectos. Desde el siglo diecinueve ha habido muchos –y en algunos casos, significativos– poetas de los dialectos, que han creado una literatura abrumadoramente cómica y poética, pero por ello debieron renunciar a ser comprendidos y leídos por fuera de sus regiones dialectales. El dialecto, especialmente el dialecto de mi ciudad natal, Frankfurt am Main, es para mí el cuerpo verdadero del idioma, su sangre, su musculatura, sobre la cual tensa la piel pulida de le lengua estándar. Como en la pintura de la antigüedad, cuando se dibujaba primero a los modelos y luego se los cubría de color, también vale la pena descubrir en la lengua el cuerpo suculento que se oculta tras ella.

* Por la traducción: Copyright / Derechos reservados de autor HDCA

6 comentarios:

javierguillot dijo...

"El alemán es una lengua para la lectura". Esto me gustó mucho.

Siempre he dicho, cuando la gente me pregunta, que lo que más me gusta del alemán es su riqueza en la construcción de las palabras, que da como resultado un vocabulario precioso, muchas veces increíblemente preciso y útil para la reflexión filosófica (me gustaría agregar "filósofos" a la lista de "teólogos y juristas").

Pienso en términos cotidianos tales como "Kühlschrank" (nevera -- el armario frío) o "Stadtteil" (barrio -- parte de ciudad", pero también en otros, menos cotidianos, como "Wahrnehmen" (percibir -- tomar (nehmen) como verdadero (wahr)).

Me pregunto si en esta frase hay un problema de traducción:

“Einsam”, “Allein”: ciertamente no son palabras y melodiosas y sonoras, y como estas dos hay mil.

No son palabras?

Gracias por compartir el texto!

wdiazv dijo...

El texto de Mosebach es realmente bello.

Como comentario marginal, pongo aquí un fragmento de Wilde, que yo siempre encuentro muy divertido y acertado:

"Anoche fui a cenar con la baronesa Bernstein, quien, a pesar de ser encantadora en muchos otros aspectos, insistió en discutir sobre música como si de hecho estuviera escrita en alemán. Pues bien, como quiera que suene la música, me alegra decir que no suena, en lo más mínimo, como la lengua alemana. Hay formas de patriotismo que son realmente degradantes".

Anónimo dijo...

HERNAN y JAVIER
Deacuerdo con el texto y sus comentarios: "Es una bella lengua para la lectura" pero sobre todo para "la Escritura" si queremos desarrollar conceptos y otorgarles una dirección y un contexto semántico especifico....

Pero no solo esto genera las condiciones facultativas para el pensamiento "filosofico" Teólogico o juridico sino condiciones maravillosas para "el arte de la TRADUCCIÓN" que le hacen honor al blog de Hernán. Por otro lado veo que en la diversidad de prefijos "ab" "an", "auf", "aus", "bei", ein", "entlang", entgegen" "fort","emp" "ent" "er" "ver".. y la dirección que otorgan a cada palabra y cada verbo las posibilidades para Escribir y construir - las escaleras chinas- que buscan los poétas-gráficos contemporáneos en otras lenguas ...

Gracias por el mensaje Hernan!!! y por los textos que he encontrado en Tu Blog!!!

ANNIE

Anónimo dijo...

Cada tanto que alguien me pregunta el por que del aleman como mi tercera lengua, solo sé argüir algo respecto a la eficiencia de sus estructuras y a la posibilidad de elaborar complejos juegos con el lenguaje. Todo eso queda como un sinónimo de dificultad en el intermedio, y creo que sólo creo más aberración en los oyentes. El texto podría insinuarnos porqué pocos fans de la sonoridad del Portugués o del Francés, tendrán alguna vez chance de disfrutar de esas bondades estéticas que produce el idioma germano, pero a la vez da unas buenas claves para explicarlas mejor a quienes lo conocemos.

Es bueno pensar sobre esto. Gracias por el trabajo de traducirlo H...

Unknown dijo...

Está muy bonito el texto! Gracias por compartirlo.
Pues qué puedo decir yo como alemana??
Me gusta mucho cuando lo hablan extranjeros de ciertos países, me encanta cuando lo habla mi amiga Ania que es polaca, y me gusta escuchar cuando lo hablan ustedes, los hispanohablantes. A mí también, el alemán (estándar) me parece "seco" y poco cantable.
Es interesante una observación sobre cuáles son los aspectos que tenemos en mente cuando decidimos si una lengua es bella o no. Me parece que son o aspectos prácticos como la estructura o la riqueza de palabras que permiten una gran variedad de expresión (estoy pensando en el inglés y su riqueza de léxico) – o aspectos estéticos como los sonidos, por ejemplo: ahí usamos muchas veces criterios musicales.
De acuerdo con los ejemplos “Kühlschrank” o “wahrnehmen”: Me gusta esa posibilidad de juntar una infinidad de palabras que juntos forman un nuevo significado. Quizá conocen esos juegos de los niños. Me acuerdo que los jugábamos mucho: esos juegos de quién puede inventar la palabra con más sílabas dentro de 30 segundos... Como „Dampflokomotivenführerkabinentürschloss
enteiseraufbewahrungsschränkchen” etc.

Ana, tu comentario sobre los prefijos me hizo acordame de Bastian Sick: http://www.spiegel.de/kultur/
zwiebelfisch/0,1518,410834,00.html
De verdad corremos el riesgo de „Silbenschaumschlägerei“ – bonita palabra... =)

Bitte verbringen Sie mich zum Flughafen!

Ángela Cuartas dijo...

El alemán, para leer, para construir palabras largas que no se puede en otros idiomas, para lo que sea, es una lengua bella. No tengo duda.